México, 30 Oct (Notimex).- Conocido como el “ícono de la evolución” y el “eslabón perdido” entre los dinosaurios y las aves, el Archaeopteryx se ha convertido en uno de los descubrimientos de fósiles más famosos de la paleontología y un grupo de científicos reportó el descubrimiento de una nueva especie de este fósil.
Como parte de un equipo internacional de científicos, investigadores de la Universidad de Manchester informaron que los restos están más cerca de las aves modernas en términos evolutivos.
John Nudds, de la Escuela de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, comentó que aplicaron en el Archaeopteryx un primer examen de sincrotrón, un análisis de rayos X en 3D.
En un comunicado reportaron que este fósil individual, conocido como ‘espécimen número ocho’, está físicamente más cerca de un ave moderna que de un reptil. Por lo tanto, es distintivo evolutivo y lo suficientemente diferente como para describirlo como una nueva especie: Archaeopteryx albersdoerferi.
Algunas de las diferentes características esqueléticas de la pieza analizada, incluyen huesos craneales, diferentes fajas pectorales (pecho), elementos de las alas y una configuración reforzada de metacarpianos (mano).
Estas particularidades se observan más en las aves voladoras modernas, que en las especies más antiguas de Archaeopteryx lithographica, las cuales se parecen más a los reptiles y dinosaurios.
La muestra número ocho es la más joven de todas las 12 muestras conocidas en aproximadamente medio millón de años.
Al diseccionar digitalmente el fósil, identificaron que este especimen difería de todos los demás al poseer adaptaciones esqueléticas que habrían resultado en un vuelo mucho más eficiente.
Archaeopteryx se describió por primera vez como el “eslabón perdido” entre los reptiles y las aves en 1861, y ahora se considera como el vínculo entre los dinosaurios y las aves.
Se han reportado 12 especímenes y todos pertenecen al Jurásico de Baviera, ahora Alemania, que data de aproximadamente 150 millones de años.
El autor principal, Martin Kundrát, de la Universidad de Pavol Jozef Šafárik, de Eslovaquia, destacó que “esta es la primera vez que se ven numerosos huesos y dientes de Archaeopteryx desde todos los aspectos, incluida la exposición de su estructura interna”.
Agregó que el uso de la microtomografía de sincrotrón, fue la única forma de estudiar el especimen, ya que está comprimido con muchos huesos fragmentados parcial o completamente ocultos en la piedra caliza.