San Juan del Río, Qro. 18 octubre 2017.- En una extensión de 750 metros cuadrados, en tierra de riego, en la comunidad de Nuevo San Isidro, el productor Concepción Hernández, cultiva la flor de Cempaxúchitl, emblemática en las celebraciones a los muertos y que en estas fechas son cotizadas por las familias sanjuanenses.
Contemplando su tierra con el característico tono amarillo de las flores, don Concho, como es llamado, comenta que ha mantenido la siembra por más de veinte años, aunque, las ventas han bajado, ha mantenido el precio de 500 pesos por surco.
Esta flor que es utilizada para adornar altares de muertos, tumbas, además de otras aplicaciones a las que se ha ido adaptando, ha dado identidad a las fiestas tradicionales de noviembre en nuestro país.
Es una flor muy llamativa y sobre todo, con un aroma único. Debido a las lluvias, don Concho estuvo todo el tiempo al pendiente de su sembradío para que la hierba no le robara espacio a sus flores, de tal manera que a pesar de que es una flor que requiere de bastante humedad, es de corto proceso de producción.
En agosto inició la siembra y para estas fechas, don Concho está en condiciones de comercializar su producción, a la que se suma la de la flor de nube para que las personas se lleven diversidad de flores.
En el municipio de San Juan del Río, no se tiene un censo exacto de los productores de Cempasúchil; existen, según dio a conocer la dirección regional de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, sin embargo, son pocos los que mantienen esta tradición en el campo sanjuanense, ya que los que se dedican a la venta de flores optan por abastecerse de otras entidades del país.
Mientras Don Concho continúa trabajando la tierra en donde las diversas tonalidades de amarillo a naranja de las flores de muertos, se ha convertido en parte del paisaje de esta temporada.
El aroma se esparce en el ambiente, anunciando la proximidad de la festividad del Día de Muertos, donde las tumbas se verán adornadas con este elemento imprescindible que da color, armonía, además de ser la guía de los espíritus a sus hogares terrenales que visitan en estos días del 1 y 2 de noviembre.
La flor de Cempasúchil y la convivencia de los familiares con sus difuntos es tradición en estas fechas.
