La Secretaría de Salud del Estado de Querétaro da a conocer la importancia de aplicar medidas preventivas para evitar la pediculosis e informa sobre las recomendaciones que hay que tener en cuenta en caso de presentar esta enfermedad producida por el piojo humano (Pediculus humanus).
La pediculosis es un padecimiento del cuero cabelludo que se transmite de persona a persona cuando se está en estrecho contacto (cabeza a cabeza) o cuando se comparte la ropa o artículos personales en contacto con la cabeza o cuello de personas infectadas.
El principal síntoma es la comezón intensa (prurito), sin embargo, es importante que el paciente evite rascar la zona, ya que puede favorecer lesiones que se infectan, generando impétigo o piodermitis.
Para evitar la pediculosis es necesario lavar, peinar y cepillar diariamente el cabello; revisar en forma periódica la cabeza de los niños y niñas, sobretodo detrás de las orejas y en la nuca; limpiar peines y cepillos con frecuencia; no intercambiar objetos como peines, cepillos, horquillas, pasadores, etc., ni ropa como gorros, gorras, pañoletas, toallas y chalinas.
En caso de identificar la presencia de piojos, se debe mojar todo el cabello y cuero cabelludo con una loción o shampoo antipiojos siguiendo las instrucciones especificadas en el producto o las indicaciones realizadas por el médico. También se puede usar una solución hecha con una taza de vinagre y dos de agua.
Estos tratamientos sirven para matar el piojo adulto, lo cual limita la transmisión, no obstante, se deben eliminar también las liendres (huevecillos del piojo) porque de lo contrario reinicia el ciclo de vida, favoreciendo de nueva cuenta la propagación.
Para eliminar las liendres se recomienda que, una vez enjuagado el cabello, ya sea con el shampoo antipiojos o con la mezcla de agua y vinagre; se quiten las liendres con la mano o se cepille el cabello por secciones con un peine de dientes muy cerrados.
Durante el tratamiento se aconseja desinfectar a diario los peines y cepillos con agua muy caliente o cloro durante 10 minutos, así como lavar las toallas, ropa de vestir y ropa de cama (almohadas, sábanas y colchas) también con agua caliente.
Los menores de edad con pediculosis no deben asistir a la escuela hasta después de uno o dos días de haber iniciado el tratamiento. Después de esto pueden reincorporarse a sus actividades cotidianas, es importante que se les dé puntual seguimiento hasta verificar que las liendres hayan desaparecido.
Todas las personas que conviven con el paciente se tendrán que revisar y, sólo en caso de sufrir contagio, se aplicará el mismo tratamiento.
Cabe recordar que los piojos no vuelan ni saltan, se arrastran y pueden infestar a cualquier persona, sin importar la edad, sexo, raza, situación socioeconómica ni hábitos de limpieza.
Por último, la Secretaría de Salud informa que un piojo adulto es color gris plateado y su tamaño se asemeja al de una semilla de ajonjolí. Cuando un piojo hembra llega a la cabeza de una persona, empieza a poner sus huevos o liendres que se adhieren al cabello, cerca del cuero cabelludo, por medio de una sustancia pegajosa.
La liendre tiene forma ovalada de color blanco que se distingue de la caspa porque está muy agarrada y sujeta al pelo, a menudo se localizan cerca del cuello o detrás de las orejas; además, pueden vivir por más de dos semanas. De estos huevos sale el piojo que pronto se hará adulto y comenzará alimentarse y a poner más huevos. En la etapa adulta, es difícil de visualizar, porque se mueve rápidamente.
El piojo se alimenta succionando la sangre, al momento de perforar la piel, inyecta saliva que contiene sustancias vasodilatadoras y anticoagulantes.
Para mayor información sobre el padecimiento, se pone a disposición de la ciudadanía los números telefónicos de la Subdirección de Epidemiología de Servicios de Salud del Estado de Querétaro: (442) 224-3027 ó 214-0767.