En el marco del Día Mundial del Sueño la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro se une a la conmemoración con el propósito de crear conciencia entre la población sobre la importancia de tener un sueño suficiente y de calidad para mejorar la calidad de vida.
Por lo anterior, informa que un buen sueño es el periodo de sueño seguido de un despertar espontáneo, que deja una sensación restauradora y lleva a un buen estado de vigilia diurno.
Dormir lo suficiente es esencial para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades crónicas como la obesidad, hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2. El no dormir lo suficiente (privación de sueño) se asocia a somnolencia diurna, rendimiento bajo y problemas de salud.
Para lograr un sueño reparador es necesario establecer un horario regular para acostarse y levantarse de la cama, ya que con ello se estabiliza el reloj biológico; se debe mantener horarios regulares (fijos) para desayunar, comer y cenar, así como evitar siestas durante el día.
También es aconsejable tratar de no leer, estudiar, utilizar celular ni comer en la cama cuando se dispone a dormir y evitar permanecer por mucho tiempo en la cama en estado de vigilia.
Las televisiones o computadoras deben mantenerse fuera del dormitorio. Además, se debe evitar beber líquidos como: café, refrescos de cola, té verde o negro, bebidas energizantes y chocolate 6 horas antes de acostarse.
Asimismo, se sugiere: pasar tiempo al aire libre y disfrutar de la luz solar, hacer ejercicio de forma regular, de preferencia aeróbico; realizar una actividad relajante una hora antes de ir a la cama, mantener el dormitorio fresco y bien ventilado, ingerir una cena ligera, mantenerse tranquilo antes de ir a la cama, evitando situaciones estresantes y utilizar ropa cómoda para dormir.
Cabe recordar que la importancia del sueño radica en que durante éste se generan cambios hormonales, metabólicos, térmicos, neuronales y bioquímicos. Tiene funciones fisiológicas, homeostáticas, de conservación, de restauración de la energía, de descanso y con participación activa en los procesos cognoscitivos (como atención y consolidación de la memoria); además tiene una función reguladora del sistema inmunológico.
Información de diversas investigaciones indica que la cantidad de sueño normal en adultos es entre 7 y 8 horas cada noche.
Los factores que afectan y modifican el sueño son: la edad, el género, los problemas de salud coexistentes como las enfermedades médicas, mentales y/o psicológicas; algún trastorno del sueño específico (el Síndrome de Apnea Obstructiva de Sueño, insomnio), estilo de vida, factores ambientales y conductuales (hábitos incorrectos).
Los problemas que se presentan al dormir son denominados “Trastornos del Sueño”. Hay más de cien trastornos diferentes de sueño y de vigilia que se agrupan en diferentes categorías.