Los rayos solares, conocidos también como Rayos Ultravioletas (UV), son invisibles al ojo humano y se clasifican de acuerdo a su longitud de onda, por lo que destaca que entre más corta es esta, más intensa es la energía de los rayos solares.
La acción de los rayos solares puede recibirse de manera directa o indirecta, en el segundo caso es recibida por nuestro organismo como resultado de los reflejos de los rayos solares sobre la superficie terrestre y por la difusión de los mismos a través de las nubes.
Por ello, un día nublado no impide que los rayos solares lleguen a la piel, del mismo modo, dependiendo de la superficie donde nos encontremos, también recibiremos un porcentaje de rayos solares que se reflejan sobre la tierra; por ejemplo, la nieve refleja aproximadamente un 85 por ciento de los rayos solares, la arena de la playa un 15 por ciento, y la espuma del mar un 25 por ciento.
Se recalca que aún cuando los efectos causados por la radiación solar no son visibles inmediatamente o a corto plazo, el daño se va acumulando con el paso del tiempo.
Las consecuencias para la salud originadas por la exposición a los rayos solares, inclusive, pueden ser causa de enfermedades oncológicas como: el Melanoma maligno cutáneo, el cual es un cáncer de piel de gran severidad que conlleva un riesgo significativo de muerte; el Carcinoma de células escamosas de la piel, que es otro tipo de cáncer maligno que generalmente progresa con menor rapidez que el Melanoma.
Otros problemas serios que se encuentran asociados a la exposición a los rayos solares son: el Fotoenvejecimiento, asociado con el desarrollo de enfermedades de la piel llamadas Queratosis solar; las Cataratas Corticales, las cuales son una enfermedad ocular que se presenta cuando el cristalino se vuelve cada vez más opaco causando problemas a la visión, la exposición a los rayos solares a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar este tipo de padecimiento; otra es, el crecimiento carnoso en forma de ala en la superficie del ojo conocido como Pterigión.
Otro resultado son las quemaduras de sol, la insolación y el Golpe de Calor que se presenta al fracasar los mecanismos de disipación del calor, siendo esta la enfermedad más grave.
Las medidas de carácter preventivo relacionadas con la exposición a los Rayos Ultravioleta que se recomienda son las siguientes:
Limitar estar expuesto a los rayos solares al medio día, toda vez que los Rayos Ultravioleta son más fuertes entre las 11:00 y las 15:00 horas.
Buscar resguardarse y permanecer bajo la sombra.
Usar ropa u objetos de protección como sombrero de ala ancha, anteojos de sol.
También es recomendable usar ropa ligera y de colores claros la cual proporcionará protección adicional contra el sol.
Utilizar protector solar de amplio espectro de SPF -Factor de Protección Solar- de 30 o más. La aplicación de protectores solares no debe usarse para prolongar la exposición al sol, sino para proteger la piel cuando la exposición es inevitable.
Se recomienda tener especial cuidado con las niñas y los niños quienes son más susceptibles a los daños, los bebés deben permanecer siempre en la sombra.
Concientizar a los menores de edad sobre los riesgos de la sobreexposición a los rayos del sol y la forma de evitarlo.