Querétaro Qro a 29 junio de 2018.- La Secretaría de Salud del estado de Querétaro informa sobre las principales características de los trastornos de ansiedad, que incluyen: trastorno de ansiedad generalizada (TAG), trastorno de pánico, trastorno por estrés agudo (TEA), fobia específica y fobia social.
Los trastornos de ansiedad afectan cada año, a aproximadamente 40 millones de adultos mayores de 18 años o más, en el mundo.
Es normal sentirse ansioso en algunos momentos, en especial, si la vida resulta estresante. Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas y continuas, que son difíciles de controlar y que interfieren en las actividades diarias, pueden ser signo de un trastorno de ansiedad generalizada.
Es posible padecer un trastorno de ansiedad generalizada en la niñez o en la edad adulta. El trastorno de ansiedad generalizada tiene síntomas similares a los del trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo y otros tipos de ansiedad, pero todas son enfermedades diferentes.
El TAG es una afección crónica (de al menos 6 meses), que cursa con múltiples síntomas, tales como tensión muscular, inquietud, dificultades de la concentración, insomnio, irritabilidad y fatiga. Los pacientes con TAG suelen estar preocupados por asuntos relativamente triviales y, a menudo, anticipan lo peor. El TAG es altamente comórbido con otros trastornos psiquiátricos y médicos.
Por otro lado, el trastorno de pánico se caracteriza por ataques de angustia recurrentes, inesperados, por lo menos cuatro en un mes, y seguidos por ansiedad anticipatoria persistente o cambios en el comportamiento. Es posible que el primer ataque de pánico pueda ser precipitado por un estresante de vida significativo.
No es raro que los pacientes acudan a un servicio de emergencias temiendo que estén teniendo un ataque al corazón. Los temores y las conductas de evitación, asociadas con la agorafobia, suelen girar en torno a tres temas principales: el miedo a salir de casa, el miedo a estar solos y el miedo a estar lejos del hogar en situaciones donde uno puede sentirse atrapado, avergonzado o indefenso.
Una fobia es el temor provocado por un objeto o situación específica, que casi siempre genera una respuesta de ansiedad inmediata o un ataque de pánico, a pesar de que el paciente reconoce que el miedo es excesivo o irracional.
En la fobia social, los pacientes tienen un temor persistente de ser humillados o avergonzados frente a los demás. Estos pacientes suelen evitar una variedad de situaciones en las que tengan que interactuar con otros. Las situaciones típicas de evasión incluyen hablar y comer en público, usar baños públicos y asistir a reuniones sociales o entrevistas.
Síntomas como rubor y boca seca son comunes en la fobia social. Muchos pacientes se “automedican” con alcohol y sedantes para aliviar la ansiedad anticipada, relacionada con este trastorno.
Los ataques de pánico reales también pueden ocurrir en personas con fobia social, y puede ser difícil distinguir entre fobia social y agorafobia, cuando la evitación social se acompaña de ataques de pánico.
Es importante acudir a recibir atención, cuando se presentan los siguientes síntomas:
Demasiada preocupación que interfiere en el trabajo, relaciones u otros aspectos de tu vida.
Sentirse deprimido o irritable.
Tener problemas con el alcohol, con las drogas, o tener otros problemas de salud mental además de la ansiedad.
Tener conductas o pensamientos suicidas. En este caso, se debe buscar atención de urgencia.
En general, los trastornos de ansiedad se tratan con fármacos, psicoterapia específica o ambos. La terapia cognitiva-conductual es muy útil para el tratamiento de los trastornos de ansiedad. La parte cognitiva ayuda a las personas a cambiar los patrones de pensamiento que dan lugar a sus temores, y la parte conductual, ayuda a la gente a cambiar la manera en que reacciona ante las situaciones que provocan ansiedad.