El presidente Andrés Manuel López Obrador destaca la reducción de precios de los combustibles como uno de los principales logros del rescate de Pemex, subrayando la revitalización de la empresa y la mejora en la autosuficiencia energética de México.
México, Mx. a 19 julio 2024.- En un contexto de reformas significativas y estrategias dirigidas a revitalizar la industria energética nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha resaltado los beneficios tangibles derivados del rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex). En una reciente conferencia de prensa, el mandatario afirmó que estas medidas han conducido a una notable reducción en los precios de los combustibles, beneficiando directamente a la economía de los mexicanos.
“El rescate de Pemex es una hazaña de nuestra administración, con beneficios directos como la reducción de los precios de los combustibles, lo cual es una muestra clara de nuestro compromiso con el bienestar económico y la autosuficiencia energética de México”, expresó López Obrador.
Durante su gestión, se ha registrado una disminución promedio anual del 5.4% en el precio de la gasolina Magna, 6% en la Premium y 6.7% en el diésel. Además, el costo del gas LP en cilindro ha bajado un 24.6%. Estos ajustes de precio se alinean con la promesa del presidente de no aumentar los precios de los combustibles en términos reales, y en cambio, se han reducido significativamente.
El director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, proporcionó un informe detallado que subraya el crecimiento de la producción de hidrocarburos gracias a iniciativas como la compra de la refinería de Texas, Deer Park, y la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación. Así, la producción de petróleo ha aumentado a un millón 852 mil barriles diarios en 2024, en contraste con el millón 642 mil barriles diarios al inicio de la administración en 2019.
Este avance también se refleja en el aumento del procesamiento de crudo, que en el primer semestre de 2024 alcanzó un millón 202 mil barriles diarios, lo que representa un 135% más en comparación con diciembre de 2018.
Además, se han lanzado iniciativas para convertir el combustóleo en gasolinas y diésel a través de la construcción de dos plantas coquizadoras en las refinerías de Tula, Hidalgo, y Salina Cruz, Oaxaca, mejorando la rentabilidad y reduciendo la contaminación.