La Movilidad con perspectiva de género, pertenece a los enormes retos de toda administración
Cada ocho de marzo, en el mundo entero, y México en especial, recuerda aquella marcha de mujeres caminando que, en Nueva York, en 1857, pidieron mejorar sus condiciones laborales, en medio de una revolución industrial.
Hoy, por medio de columnas periodísticas, marchas y en este momento, eventos online siguen, a doscientos años, exigiendo lo mismo que antaño: derechos, un piso parejo, independencia, equidad e igualdad.
El Observatorio Ciudadano de Movilidad Querétaro lanza un llamado a generar conciencia y a trabajar la infraestructura de movilidad con perspectiva de género.
Mujeres sufren acoso y violencia en transporte público
Lo mismo sucede en el espacio público. Las mujeres, el 51.2% de la gente, sufren de acoso y crueldad recurrente en las calles, en el transporte público.
No hay infraestructura con pretensiones de perspectiva de género, como banquetas extensas, calles iluminadas y seguras, baños públicos o sitios para limpieza y nutrición de niños recién nacidos o de precaución de pequeñas y pequeños niños.
La vida diaria nos enseña que son ellas quienes hacen la mayoría de los viajes caminando o en transporte colectivo, debido a la naturaleza de sus desplazamientos: cortos y escalonados (escuela, mercado, farmacia, hospital, ocupaciones extraescolares, visitas a familiares, trabajos de precaución, trámites bancarios o gubernamentales, etc.), al opuesto de los hombres, cuyos viajes por lo regular son largos y pendulares (casa-trabajo-casa).
Los proyectos del 2021 en temas de Movilidad: un puente peatonal en La Pradera (El Marques) y otro en la Plaza Citadina (Corregidora), enseñaron que las mujeres no importan.
Movilidad en Querétaro no contempla perspectiva de género
¿Es amable con la gente encargadas de la cuidad de la casa, quienes por lo regular arrastran una carriola, cargan una pañalera o bolsas del mandado, víveres o medicamentos y quienes además llevan a pequeñas y jóvenes de la mano, subir y después bajar por larguísimas rampas?
¿Alguien pensó en ellas y su irritación cuando visten falda, zapatillas de tacón y ven un puente “peatonal” para atravesar las avenidas?
¿Los diseñadores de estas construcciones urbanas tuvieron presente la sensación de inseguridad en horas con poca luz y poco tránsito peatonal?
Lo mismo en Viaducto Poniente. A nivel calle, las banquetas estrechas, calles solas con muros ciegos y autos pasando a menos de 50 cm., a una velocidad excesiva, hacen del movimiento peatonal y sustentable, más una aventura que una vivencia segura y placentera.
En Pie de la Cuesta, no se incrementaron los anchos de banquetas, más allá de que la zona sí es una donde los desplazamientos caminando a la escuela, hospital o a los negocios localizados durante la vialidad son cotidianos y permanentes.
Es nuestro deseo y petición que, dentro de poco, las próximas autoridades, y más que nada, el impulso ciudadano modifique estas situaciones.
Es primordial que cambien las condiciones sociales y cada vez más hombres se sumen a los trabajos no remunerados de la casa y del cuidado, y además cambiar la infraestructura urbana para que los desplazamientos de todas, de todos, sean seguros, sin importar nuestro medio de transporte con énfasis en las caminatas y la utilización del transporte colectivo.
La Movilidad con perspectiva de género, pertenece a los enormes retos de toda administración hasta hoy. Que esto cambie, y pronto, por el verdadero bien de todas y todos.