México, 03 Octubre 2018; Cuando el Sistema Solar se formó hace 4 mil 500 millones de años, las colisiones entre los astros fueron frecuentes; de hecho, la Luna nació porque un objeto del tamaño de Marte, chocó contra la Tierra; y por lo tanto, salió materia expulsada al espacio.
Así, surgió un anillo alrededor de la Tierra, que posteriormente se aglomeró para dar origen a nuestra Luna dijo en entrevista Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
La Luna es más joven que la Tierra, además, tiene una superficie cacariza debido a la gran cantidad de impactos de meteoritos que ha sufrido a lo largo de su existencia.
Nuestro planeta, a diferencia de la Luna, renueva su corteza por la tectónica de las placas, además tiene una atmósfera que ayuda a la desintegración de las partículas; en cambio, nuestro satélite natural está expuesto, de ahí sus numerosos cráteres visibles, agregó la astrónoma.
Nuestro Sistema Solar
Conforme a la evolución del Sistema Solar, cada vez hay menos objetos que colisionan contra la Tierra; por lo tanto, se ha limpiado su órbita de partículas que pudieran aglomerarse con ellas.
No obstante, en ocasiones algunos asteroides chocan entre sí y lanzan fragmentos que viajan por el espacio, los cuales podrían estrellarse en la Tierra, destacó Fierro Gossman.
Finalmente, la investigadora universitaria apuntó que tenemos en nuestro planeta fragmentos de meteoritos y asteroides que han chocado contra Marte; “es por eso que, tenemos meteoritos marcianos”.